Fromental. Juan
    [974] (1895-1978)

 
   
 

     Catequista insigne y eficaz del Instituto de Hermanos de las Escuelas Cristianas, Fundador de las Hermanas Guadalupanas de La Salle en 1946 en México.
   Nació en Francia en 1895. Ingresó en la vida religiosa desde pequeño y se formó en la casa misionera de Premiá de Mar, en España, y luego en Lembecq-le-Hall, en Bélgica.
   Fue enviado a Cuba en 1913 y en 1925 fue destina­do al Colegio fran­cés La Salle de México. Al cabo de unos años se encargó de la Adminis­tración del Colegio de Zacatito, en Mixcoac en México, al tiempo que se dedicaba a animar diversas catequesis parroquiales.
   Estando en Mixcoac, en 1945, con la ayuda de varios Her­manos y dos Tercia­rias franciscanas, organizó un grupo de jóvenes que trabajaban en servicios auxiliares en el Centro y las orientó a tareas de formación cristia­na, entonces casi clandestina por la prohibición legal que regía México de dar educación religiosa
   En 1948 ya hicieron sus votos las primeras seis Novicias. Alentado por el Superior General de Roma, el grupo creció en la Colonia Mixcoac y pronto se orientó a tareas educativas propias.
   En 1950 se le envió a Puebla, al Colegio Benavente, con orden de no relacionarse más con las Hermanas. Obedeció y en 1952 un supe­rior subal­terno le envió a Francia y le prohibió toda comunicación con las Her­ma­nas. Comenzó una etapa de Fundador silencioso por vía de ora­ción: sufrió en silencio, rezó y pasó 20 años sin comunicación con su obra salvo alguna carta de consulta que le hicieron.
   En 1961, estando en Avignon, fue atropellado por un automóvil  y quedó a punto de muerte. Sus sufrimientos fueron ofrendas por su lejana obra de México.
   Las Hermanas fueron aprobadas como Instituto religioso en 1962. Y en 1970, estando él en Marsella, las Hermanas pidieron que el Fundador volviera a México. Para entonces estaban ellas extendidas en siete países y en unas 20 ca­sas. El 4 de Septiembre de 1971 llegó a México después de 20 años de alejamiento.
   En 1976 la Congregación, orientada ya a la educación y a la catequesis, recibió la aprobación pontificia, celebrando todo el Instituto una fiesta, junto al Fundador, en la Basílica de Guadalupe. En 1978, el 5 de Diciembre, falleció este formador de catequistas, elegido por Dios para tan originales caminos. Dejó escrita la "Historia de las Hermanas.